Sobre una pequeña cima, cerca de Barcelona hay un pequeño pueblo lleno de pota-rojas, de los cuales una treintena son diables. De experiencia tenemos suficiente, pero todavia queremos mas, por eso nos ofrecemos a participar en vuestras fiestas. Una infernal invasión que os hará vibrar toda la noche con fuego juguetón por las calles, humo envolviéndonos, pólvora llenandonos en carrera arriba y abajo, truenos ruidosos y el retumbar marchoso de los tambores. Si quereis acompañarnos
en nuestras diabólicas actuaciones este es el atractivo y a la
vez temeroso espectáculo; luz, color, olor y ruido para animar
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